Comienza la desesperación
Imagina que tienes que afrontar un viaje largo en avión... ¿como de largo?... pues como de Singapur a Nueva Jersey, actualmente el vuelo comercial con mayor número de horas de vuelo. Nada mas y nada menos que 19 horas.
Madre mía y que hago todas estas horas... antes dábamos paseos, leíamos un buen libro o teníamos una charla interminable con nuestro compañero de viaje. Incluso acabábamos con las reservas del minibar.
Pero hoy vivimos en la era de la conectividad, y pensar que vamos a estar tanto tiempo desenganchados del mundo comienza a ser difícil de imaginar.
Necesitamos comunicarnos, atender nuestro trabajo, o simplemente subir a nuestras RRSS la foto que hemos hecho por la ventanilla.

La tecnología al servicio de la humanidad
Como muchas veces, nos va a rescatar de esta situación. Aunque la tecnología está evolucionando y vamos a tener distintas maneras de conectarnos desde el avión.
Aire - Tierra
No... no estamos hablando de misiles. Sino la forma que tiene los aviones de conectarse.
Su funcionamiento es el mas sencillo. Tal y como ya sabemos existen antenas que son las responsables de que podamos conectarnos a la red a través de -por ejemplo- nuestro teléfono. El problema de esas antenas es que no suelen apuntar hacia el cielo, sino hacia el nivel del suelo, que es donde nos encontramos los usuarios.
Para solucionar esto, se coloca una gran antena en la parte inferior del avión, una antena que apuntará hacia las torres de telefonía, permitiendo que el avión se conecte a Internet. Una vez conectado, dotará de conectividad al resto de dispositivos que se encuentren dentro del avión a una velocidad que ronda los 3Mbps. No es la forma más efectiva, pero sí la menos costosa para las aerolíneas.
Pero como sabes estas antenas o repetidores, no están repartidos de la misma manera en zonas urbanas que en rurales, y por supuesto, no las hay en el mar. Esto supone que no es válido para vuelos de largo recorrido y recordemos que vamos en nuestro vuelo desde Singapur.
Aire - Aire
Es el tipo de tecnología disponible en la mayoría de los vuelos internacionales, conectándose a través de satélites. Hay mucho retraso porque la señal viaja una gran distancia
Además, está la cuestión del movimiento. Mientras el avión va a velocidades de varios cientos de kilómetros por hora, es un verdadero reto mantener la comunicación entre la antena y el satélite, que también se desplaza.
A nivel técnico se conocen como bandas Ku y Ka. Este tipo de conexiones permiten una velocidad de hasta 70Mbps (eso en el caso de la Ka, ya que la Ku funciona a 40Mbps), aunque la velocidad real dependerá el número de aviones que se encuentren conectados al satélite en cada momento. En la realidad es difícil encontrar esas velocidades.
¿Cuál es el futuro?
Es obvio que las aerolíneas están cada vez mas concienciados de la necesidad de incluir soluciones de conectividad con la creación de la EAN (European Aviation Network).
La EAN cuenta con un buen número de satélites para proveer de conectividad a los aviones pero también lo hace con antenas situadas en tierra.
Las nuevas antenas en tierra pueden dar señal a un dispositivo que viaje a 1.200 km por hora.
Todo esto, ¿por qué?
Pues obvio, por dinero... Las líneas aéreas están facturando por estos servicios a razón de unos 9€/hora, y futuros ingresos millonarios por la utilización de esta tecnología.
En un futuro... quien sabe... estaremos mandándonos whatsapps con nuestro compañeros de viaje que están en la fila de delante nuestro...
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